¿Deseas probar las prácticas del BDSM, pero temes salir lastimado? El BDSM, como todos los juegos sexuales, requiere de cierto conocimiento y procedimientos de seguridad para vivir una mejor experiencia. Así que, lo primero que debes hacer es sacarte de la mente lo que has visto en las películas y libros (sí, hablamos de 50 Sombras de Grey).

Una de las primeras cosas que debes saber sobre el BDSM es que no hay blancos o negros. Te encontrarás con que en estas prácticas hay numerosas variaciones, y serás tú quien tenga la palabra final para decidir hasta dónde quieres llegar. Por ello en este artículo te mostramos esta guía de iniciación al BDSM, de manera que disfrutes de estas actividades como lo mereces.

¿Qué requieres para iniciarte en el BDSM?

El BDSM demanda mucha responsabilidad. Por ello, si deseas iniciarte en estas prácticas debes tener esto en cuenta:

Tener mucha imaginación

Durante la iniciación, los roles se intercambian con el propósito de encontrar el que más se adapte a ti. Necesitas de altas dosis de creatividad e imaginación para entrar y mantenerte en el papel durante el transcurso de la sesión.

Mente abierta

El BDSM es una práctica nueva para muchos, incluso para ti que deseas experimentar, por lo que te recomendamos que mantengas la mente abierta. Hazle espacio a nuevas vivencias y recuerda que estás en este mundo para pasarla bien.

Confianza en tu compañero

Es vital que, si estás en la etapa de iniciacion al BDSM con tu pareja, tengas confianza plena en ella y viceversa. La confianza en la otra persona hará que te dejes llevar durante el juego, de modo que la experiencia final sea grata, especialmente si ambos se concentran en el placer.

Que ambos tengan ganas

Es cuestión de arriesgarse a practicar cosas nuevas. Si ambos tienen ganas de probar BDSM, de juguetear, de entrar en nuevos personajes, todas estas cosas suman al instante de hacer grata la vivencia.

Busca los accesorios necesarios

Si deseas iniciarte, existen numerosos productos BDSM con los que podrás construir tu rol dentro de cualquiera de las actividades:

  • Si piensas en bondage, necesitas de artilugios para atar a la otra persona durante la sesión, como esposas, corbatas, sogas, etc. Evita usar objetos que aprieten y que sean fáciles de sacar al final de la sesión.
  • Puedes apelar a productos fetish, como máscaras y artículos de cuero o vinilo, dispositivos de succión, etc. Algo de dolor controlado siempre viene bien en cualquier sesión de BDSM.
  • Los látigos, azotes y fustas son accesorios que sirven increíblemente para castigar.
  • También podrás encontrar Kits BDSM y Bondage, en especial si deseas practicar de forma ligera.

 

Tu primera sesión de BDSM

Cuando hay confianza en la pareja, siempre hay pequeñas actividades conscientes o no que incluyen BDSM, como los mordiscos o arañazos. Si estas actividades eróticas te encienden, entonces es momento de dar rienda suelta. Una práctica que puede servirte para comenzar tu iniciacion al BDSM es el bondage, que es fácil de implementar al permitir corbatas o pañuelos de tela para amarrar.

Comienza con la privación de uno de los sentidos, como el de la vista. La persona sumisa al quedar sin visión, es fácil de ser controlada por la dominante, que es quien decide qué hacer y cuando hacerlo, lo que le confiere un factor sorpresa increíble a la sesión. Si eres el dominante, puedes hacer uso de vibradores, lubricantes con estimulación, látigos, etc.

También puedes comenzar con la inmovilización de manos o piernas. Al igual que con la privación de los sentidos, el sumiso queda a merced del dominante, con lo cual el primero no puede moverse. Es vital que las ataduras queden bien sujetas, de modo que no sea fácil quitarlas. Amarra directamente las manos o únelas a la cabecera de la cama.

Al final de la jornada de BDSM

Cuando terminas tu sesión de iniciación al BDSM, es importante que conectes con la realidad. Durante las actividades, vas a experimentar sensaciones y emociones que debes disipar poco a poco, a fin de darle paso a la etapa de cuidados. Es entonces el momento cuando la persona dominante abandona su rol y lo cambia para volcarse a cuidar del sumiso.

Esto significa que debe preocuparse por su bienestar y necesidades, dando paso a la conversación sobre qué tal ha sido la sesión, si les ha gustado, cosas que deben mejorar, o hablar directamente si el BDSM es lo que les gusta. En todo caso, nunca está demás probar si estas prácticas son lo que realmente necesitan para reavivar la relación de pareja.