En el mundo del BDSM no todo es azotar a la persona sumisa o hacer todo lo que tu pareja diga. Dentro de estas prácticas hay reglas, en especial si deseas iniciarte en este mundo y deseas darle algo de picante a tu relación. Es importante que derrumbes todos esos esquemas mentales de las películas “50 Sombras de Grey” o “9 Semanas y Media” para los más vintage.

En materia de iniciación al BDSM, el bondage ligero es una buena forma de que tú y tu pareja se inicien antes de involucrarse con el universo de las esposas acolchadas, los látigos y la interpretación de roles. Por ello, en este artículo te explicamos qué es el bondage ligero y cómo puedes hacer más placenteras estas actividades.

¿Qué es el Bondage ligero?

También conocido como bondage suave, el bondage ligero es el conjunto de prácticas relacionadas con quienes se inician en el bondage. Este tipo de bondage desestima los nudos complejos, las posturas acrobáticas y los nudos de calabozo. Es un bondage más cariñoso, ideal para quienes se sienten incómodos con el sexo salvaje.

En esencia, este tipo de bondage implica que el dominante inmovilice al sumiso y luego este último haga lo que el primero le pida hacer. Son sesiones que, si bien no incluyen lo rudo del bondage tradicional, implican actividades entretenidas y con un toque sensual. Ya que el sumiso no puede tocar al otro, este tendrá que concentrarse en el placer y dejar que su amante se encargue de todo.

¿Cómo hacer más placentero el bondage ligero?

El bondage ligero también tiene sus reglas, en especial si no tienes en conocimiento qué pasos vas a seguir o qué artilugios utilizar, para lo cual quizás necesites una guía de iniciación al BDSM para las dudas. Descubre algunos consejos que te ayudarán a disfrutar mejor este tipo de bondage:

Comunícate bien con tu pareja

Antes de practicar el bondage ligero, tienes que hablar de esto con tu pareja de antemano. Dile a tu pareja lo que deseas experimentar y llamen las cosas por su nombre. Conversen siempre cuáles son tus límites y alcances, de modo que la jornada sea placentera.

Utilicen las esposas luego

Pueda que tener las manos atadas sea excitante para las prácticas de bondage. Sin embargo, esta práctica no es apta para principiantes. Y es que las esposas pueden ser dolorosas y pueden limitar la concentración por la excesiva incomodidad, en especial si quien asume el papel de sumiso no está acostumbrado al dolor.

Te recomendamos que pruebes con objetos más suaves que sirvan para atar, como bufandas o chales. También pueden utilizar una corbata al mejor estilo de 50 sombras.

Vendar los ojos

Vendar los ojos no solo es más entretenido, sino que evita la distracción ante cualquier estimulación visual. Para muchos, los mejores orgasmos se logran con los ojos vendados o cerrados.

Elige la palabra de seguridad

Elegir la palabra de seguridad en el bondage es una de las reglas fundamentales de esta práctica, incluso para los más experimentados. Esta palabra le permite a los sumisos ahorrarse dolor innecesario, ayudando a disfrutar a este siempre que establezca sus límites.

Seleccionen entre ambos una palabra que no utilizarían en la misma situación. Por este motivo, las palabras de seguridad son tontas e incluso divertidas. Cuando te venga a la cabeza, ensaya la palabra para que no se te olvide.

Evita estresarte

En definitiva, tanto tú como tu pareja pueden convertirse en expertos del bondage en poco tiempo. Pero también es posible que no funcione bien la primera vez o todo no salga como lo esperabas. Para este caso, siempre puedes volver a intentarlo.

Revive la experiencia

En el momento que se hayan atado y hayan tenido múltiples orgasmos, no tiene nada de malo revivir la experiencia con tu pareja. Te darás cuenta que hablar de tus actos de bondage ligero pueden ser más eficaces para excitar que la pornografía. Esto les ayudará a seguir adelante y probar nuevas cosas, como nudos más difíciles o grilletes.