El uso del condón o preservativo se remonta a varios miles de años. Se sabe que, alrededor del año 1000 a.C., los antiguos egipcios utilizaban condones de lino para protegerse de las enfermedades. Y en el siglo XVII un médico de Carlos II de Inglaterra, un tal Lord Condom, supuestamente lo “inventó” y lo usó por primera vez para prevenir el embarazo.
Aunque es muy probable que la historia de Lord Condom sea una leyenda, lo que si es cierto es que la llegada del SIDA durante el siglo pasado lo transformó en el método anticonceptivo más usado del mundo. Una posición que aún conserva hasta el día de hoy, cuando se fabrican 35 mil millones de condones al año, aproximadamente 4 condones por cada habitante del planeta.
¿Cómo usar un condón correctamente?
Aunque usar un condón es bastante sencillo, es posible utilizarlo de forma incorrecta si no se comprueban algunas cosas básicas. Casi todos los condones traen instrucciones, y estas son un buen punto de partida, pero no detalla todo lo que hay que saber para que el sexo sea más seguro.
Esto es lo que debes hacer para usar correctamente un condón. Nos enfocamos en el condón para el pene, el más común y utilizado. También existen condones femeninos, e incluso condones para la boca, aunque su uso correcto no se cubre en este artículo.
Al abrir el empaque del condón
El primer paso es asegurarse de que el condón todavía es utilizable. Es importante comprobar la fecha de caducidad antes de abrirlo, pues el látex de un condón viejo o mal guardado se puede romper con mucha facilidad.
Tíralo a la basura si notas cualquier signo de deterioro en el empaque, independientemente de su fecha de caducidad. Y si no tiene fecha de caducidad impresa en el empaque, tíralo también.
Con las manos limpias abre el paquete por la esquina o el borde (la mayoría de los paquetes te indican dónde). Hazlo con cuidado y no utilices las uñas, tijeras o cualquier otro objeto afilado, ya que podrías rasgar o romper el condón junto con el envoltorio.
Encontrando el lado correcto
Sostén el condón con los dedos y asegúrate de que el lado que vas a colocar sobre el pene es el correcto. El borde debe estar enrollado por el lado de fuera. Puedes desenrollar un poco el condón para comprobarlo, si es necesario.
No es necesario meter los dedos ni el pene para comprobar si lo estás sosteniendo adecuadamente. Y si accidentalmente lo pones sobre el pene al revés, tíralo y empieza de nuevo con otro condón.
Poniendo el condón sobre el pene
Pellizca la punta del condón con las yemas de los dedos y colócalo en el pene. Así te aseguras de que haya un espacio para el líquido que se libera durante la eyaculación. Sin ese espacio, hay más posibilidades de que se rompa.
Una vez colocado el preservativo, desenróllalo de forma que cubra todo el cuerpo del pene. Esto ayudará a reducir el riesgo de cualquier ETS que se transmita de piel a piel, como la sífilis.
Si el preservativo no cubre completamente el cuerpo del pene, o si se siente apretado, el preservativo es demasiado pequeño. Utilizar un preservativo demasiado pequeño, e incluso uno demasiado grande, aumenta el riesgo de falla.
Si pasas del sexo anal al vaginal u oral, o viceversa, debes utilizar un condón nuevo. La introducción de bacterias del recto en la vagina o la boca puede provocar una infección.
Al finalizar el sexo
Tras la eyaculación, el condón debe retirarse con cuidado antes de que el pene pierda su erección. Al retirar el pene de la vagina, el ano o la boca, sujétalo por la base para que su contenido permanezca dentro.
Luego de quitarlo debes tirarlo a la basura, no al inodoro (para evitar que se obstruyan las tuberías). Es una buena idea envolver el preservativo en papel higiénico o en un pañuelo de papel.